La hermosa historia de un cantante con severos problemas auditivos y un señor bastante ecléctico

El título lo dice todo, agregar palabras sería completamente redundante, pero como eso me importa un carajo, le comento a usted, queridísimo espectador virtual, que en los sucesivos fotogramas del cortometraje que está por visualizar (o que ya visualizó, o que visualizará, o que jamás en su puta existencia se tomará el tiempo de visualizar) se encontrará con una nostálgica historia que apela a los golpes bajos y a la sensiblería barata, alojados dentro de un marco musical leitmotívico que esconde un sentimiento homoerótico latente, intenso, más grande que la vida misma, a punto de explotar. ¡Lofmitender! ¡Lofmisuit!